Llevamos muchos días sin poder salir a la calle. Nos prohibieron, por salud, parar nuestra vida y adaptarnos a una nueva situación. A consecuencia de eso, aquellos niños acostumbrados a correr por las calles, saltar en los parques, jugar con sus amigos,…dejaron de hacerlo de un día para el otro. Sorprendentemente, ellos son los que han dado una lección a todos los mayores, sabiendo en todo momento cuál era su papel durante este confinamiento. Han superado todas las expectativas. Han sido pacientes, maduros, responsables, han ayudado a los papás con el teletrabajo, y se han sabido adaptar al momento.
Y cuarenta días después les devuelven la libertad. Todos han gritado de emoción y han pisado la calle como si de un templo sagrado se tratara. Sin embargo, sois muchos los papis que os habéis puesto en contacto conmigo preocupados porque vuestros hijos no quieren salir de casa. Es algo normal, no os alarméis. Durante muchos días han oído en las noticias, a sus papás, hermanos, vecinos, amigos, mucha información sobre un virus malo y las consecuencias negativas que genera. Han sido testigos de cómo su vida y la de sus seres queridos, en ocasiones, ha cambiado drásticamente. Han empatizado con vuestro dolor, con vuestro miedo. Un niño pequeño no sabe expresar sus emociones, y ese miedo a no querer salir puede ser una explosión de todas las que no ha sabido gestionar durante el proceso.
¿Cómo podemos cambiar la situación?
-Anticipar la salida contándoles muy bien que recorrido vais hacer, con quien va a ir, sin contarle nada negativo. Podéis utilizar muñecos que tengáis en casa para hacerlo más visual
-Salidas progresivas, no hace falta que salgáis la hora entera, ir poquito a poco para que vuestro hij@ vaya sintiéndose seguro
-En la salida que vaya acompañado de algún juguete que le guste, patín, bici, peluche, para que vaya reviviendo esas sensaciones positivas de antes del confinamiento
-No les transmitáis vuestros miedos
-No le forcéis a salir, explicarle que es bueno para él, que así puede ver cosas bonitas que en casa no, que podrá correr, saltar, que uno de vosotros va con él.
Darles tiempo a que se vuelvan a adaptar a esta situación ya que no deja de ser algo nuevo para ellos por las restricciones y medidas sanitarias que tiene que tomar cuando salen. Si persiste en el tiempo su negativa a salir no dudéis en consultar con un profesional.